EL ATHLETIC PASA POR LA PUERTA GRANDE A LA FINAL DE COPA
Un Athletic de otra galaxia, sensacional, imparable, se ha engullido al Atlético de Madrid hasta convertirle en un equipo pequeño para meterse por la puerta grande en la final del 6 de abril en Sevilla ante el RCD Mallorca.
Un 3-0 que se une al 0-1 de la ida en una semifinal inolvidable, en la que los de Ernesto Valverde han volado para orgullo de su afición, que sueña con el título de Copa 40 años después. La tercera final en cinco años de una generación que sueña a lo grande, que desde ya tiene dos balas para meterse en Europa: LaLiga y la final copera.
Con un San Mamés tremendo, de récord de espectadores (52.061), con las almas rojiblancas llevando en volandas al equipazo que ha diseñado Ernesto Valverde, el Athletic saltó al campo a ganar el partido, olvidándose del 0-1 de la ida. Y cazó pieza pronto, en una acción fulgurante de los hermanos Williams. Fue en el minuto 12, cuando Iñaki se sacó una volea tremenda a centro de Nico. Delirio en La Catedral. Los leones vigilaban con el colmillo afilado a los colchoneros, que en el primer tramo apenas tuvieron una clara ocasión de Correa.
La química entre los Williams siguió fluyendo y Nico tuvo el 2-0 en el 26. Su tiro salió fuera por poco. Fue un preludio de lo que llegaría en el 42, cuando Iñaki volvió a percutir sobre Hermoso y sirvió desde la línea de fondo para que Nico anotase con la izquierda. Tres goles de renta, pero quedaba toda la segunda mitad.
Los de Simeone no podían con el despliegue ofensivo de los leones, que siguieron percutiendo tras el descanso para lograr el tercero. Lo tuvieron Nico, Sancet y lo logró Guruzeta en el 60’, cuando aprovechó un desvío de Oblak a derechazo de Oihan. Atronaron los cánticos de ¡A Sevilla oé!
La fiesta fue completa, con ese pedazo de portero que tiene el Athletic llamado Julen Agirrezabala, que frenó las intentonas a la desesperada de los de Simeone. No encajar un solo gol en el doble partido ante el Atlético habla muy bien de su trabajo.
Con el pitido final se desató la euforia. Hoy toca rienda suelta, pero también contenerla, porque falta el paso decisivo, ganar el título el 6 de abril. Toca disfrutarlo y coger aire para recibir el domingo al FC Barcelona.
¡Qué Athletic tan grande! ¡Qué regalo a Iribar en su 81 cumpleaños de este viernes!
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