El Athletic Club ha hecho un siete al Real Valladolid para reafirmarse en la cuarta plaza, dando un puñetazo en la mesa con un recital ofensivo. El 7-1 ante el colista se quedó hasta corto gracias a la gran actuación del guardameta Hein. Fue una tarde inolvidable, sobre todo para Oscar de Marcos, que no quería que le dedicasen goles. La dedicatoria fue grupal, como le gusta al mito que ya sólo tiene a Iribar por delante en partidos. Sus compañeros le dedicaron hasta siete sin aspavientos.
Los de Valverde se tomaron muy en serio el choque. Con más de 47.000 espectadores en San Mamés en una tarde soleada, apretaron el acelerador desde el principio. Jauregizar abrió la lata en el minuto 10 en una acción de pase atrás de Nico que resolvió con un zurdazo junto al palo. El bermeano estuvo inspiradísimo y no anotó dos tantos más de milagro, por sendos paradones de Hein.
Como a perro flaco todo son pulgas, a los de Pucela se les pudo abrir una vía en el partido en el minuto 33, cuando Sylla batió a Simón, que volvió a piziarla. Sin embargo, el VAR anunció un fuera de juego.
Como espoleado por el susto, el Athletic se puso en plan estampida. Yuri ligó dos acciones de pase, una en la que Nico Williams regateó a medio equipo rival y centró a la red, y otra en la que Maroan se estrenó como realizador quitándose de encima al central con fortaleza. 3-0 y faltaba el cuarto antes del descanso, en el que Sancet mandó a la escuadra una volea prodigiosa tras un intencionado servicio de Jauregizar.
Moro tiró de dignidad pucelana y fabricó una acción tras el descanso que Sylla mandó a las mallas, donde de nuevo Unai Simon falla en su salida. Sin embargo más tarde Simón evitó el 4-2 de Machís sacando una buena mano y los leones se pusieron de nuevo en modo apisonadora tras la expulsión de Juric.
Crónica extraída de la página oficial del Athletic Club de Bilbao.
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